Es la piedra de la plenitud. Se dice que nos conecta con la tierra y estabiliza el sistema nervioso. Es una piedra de anclaje, equilibrio y estabilidad. Es de gran ayuda para personas de carácter rígido o demasiado exigentes consigo mismas, ya que suaviza su temperamento.
Combate sentimientos negativos como la vergüenza y la culpa. Permite una reconexión con el cuerpo y estimula la energía sexual. Además, combate la retención de líquidos y favorece la lactancia y el crecimiento del cabello.